Tortuga Rusa (Testudo horsfieldii): Una compañera tranquila y resistente

La Tortuga Rusa, también conocida como Testudo horsfieldii o tortuga de Horsfield, es un reptil terrestre encantador, ideal para quienes buscan una mascota silenciosa, longeva y de cuidados específicos. Originaria de zonas áridas de Asia Central, esta especie se ha adaptado a condiciones de vida duras, lo que la convierte en una tortuga especialmente resistente. Su carácter tranquilo, su tamaño manejable y su longevidad (pueden vivir más de 40 años) hacen de ella una excelente elección tanto para principiantes como para amantes de los reptiles más experimentados.

Estas tortugas son diurnas, herbívoras y muy activas cuando tienen el espacio y la temperatura adecuados. Aunque requieren atención específica en cuanto a luz, alimentación y entorno, su mantenimiento es perfectamente posible en casa con un hábitat bien preparado. En esta ficha encontrarás toda la información esencial para cuidar de una Tortuga Rusa en cautividad y asegurarle una vida saludable y feliz.

Información básica

Hábitat Natural de la Tortuga Rusa

La Tortuga Rusa (Testudo horsfieldii) habita en las estepas secas y semiáridas de Asia Central, extendiéndose por países como Rusia, Uzbekistán, Kazajistán, Afganistán, Irán y Pakistán. Estos entornos naturales se caracterizan por tener climas extremos: inviernos fríos, veranos muy calurosos y precipitaciones escasas. En estas condiciones duras, esta tortuga ha desarrollado una gran capacidad de adaptación y resistencia.

En su medio natural, vive en zonas abiertas, arenosas o pedregosas, donde excava madrigueras profundas —de hasta un metro de largo— para refugiarse del calor durante el día y protegerse de las bajas temperaturas por la noche. Estas madrigueras también le sirven como refugio durante su período de hibernación, que puede durar varios meses.

Su alimentación se basa principalmente en plantas silvestres, hojas, flores y hierbas que encuentra a su paso. La capacidad de almacenar grasa y agua en su cuerpo le permite sobrevivir durante largos periodos con pocos recursos.

Entender este entorno es clave para poder recrearlo adecuadamente en cautividad, ya que su salud y bienestar dependen de unas condiciones lo más similares posibles a las que tendría en libertad.

Alimentación, Cuidados y Entorno en Cautividad de la Tortuga Rusa

La Tortuga Rusa es una especie fuerte y longeva, pero para mantenerla sana en casa es fundamental reproducir, dentro de lo posible, las condiciones de su hábitat natural. A continuación, te explicamos cómo alimentarla correctamente, qué tipo de entorno necesita y qué cuidados específicos requiere.

🥬 Alimentación

La dieta de la Tortuga Rusa debe ser estrictamente herbívora. No deben consumirse alimentos de origen animal ni frutas en exceso.

• Base diaria: hojas verdes (escarola, canónigos, rúcula, diente de león, trébol, col rizada).
• Complementos ocasionales: flores comestibles (hibiscus, caléndula, malva), algunas verduras (pepino, calabacín, zanahoria rallada).
• Evitar: frutas azucaradas, lechuga iceberg, legumbres, alimentos procesados o pienso para otras especies.
• Suplementos: calcio en polvo (2-3 veces por semana) y acceso ocasional a hueso de sepia para mantener el pico sano.

🏡 Entorno

La Tortuga Rusa puede vivir en interior o exterior, siempre que se cumplan ciertas condiciones:

• Terrario interior: debe tener al menos 100×50 cm para ejemplares jóvenes, y ser aún más amplio para adultos. Es imprescindible una lámpara UVB para su metabolismo y una bombilla de calor que genere un punto caliente de unos 30-32 °C.
• Zona fría: entre 20-24 °C, sin corrientes de aire.
• Sustrato: mezcla de tierra sin fertilizantes y fibra de coco o arena de río lavada, ideal para excavar.
• Exterior (si el clima lo permite): recinto vallado, con zonas de sombra, refugios y malla superior para evitar depredadores.
• Humedad: baja (entre 30-50 %), con pulverizaciones ocasionales en verano.

🛠️ Cuidados generales

• Higiene: retira restos de comida a diario y limpia el recinto de forma regular.
• Hibernación: si tu tortuga está sana y bien alimentada, puede hibernar durante 2-4 meses en un entorno controlado (caja con sustrato seco, temperatura estable entre 4 y 8 °C). Consulta con un veterinario antes de iniciar este proceso.
• Revisiones veterinarias: una al año como mínimo, especialmente para control de parásitos y salud general.
• Manipulación: aunque tolera la presencia humana, no le gusta ser manipulada en exceso. Respeta su ritmo y dale espacio.